Un 7 de noviembre como hoy pero de hace 15 años, yo tenía apenas 13. Me acuerdo, como quién se acuerda de qué estaba haciendo cuando el 23-f o cuando el 11-s o el 11-m, que era sábado y tenía partido. No debían ser ni las 10 cuando llegó un compañero, aún amigo, y nos dijo a todos que por la radio habían dicho que magic Johnson tenia sida. A los 13 años yo no era muy consciente de qué significaba “sida”; sólo creía saber que era una enfermedad letal que se contraía por follar con alguien que ya la padecía o por drogarse.. una enfermedad sórdida.
Pero yo aquello “sólo” lo interpreté como un “se ha acabado ver jugar a magic”. Pena enorme porque fue el mejor base de este deporte y un jugador que mereció su apodo sobradamente. Y aunque yo no era de los lakers (tampoco de los celtics) creo que entendí que era el final de una era. Y sí, después vino jordan que es seguramente el deportista más completo de la historia moderna, pero la era se había terminado. Digamos que jordan fue el paso de una época en la que este deporte era cosa de héroes mitológicos, a una de atletas millonarios.
Aquel 7 de noviembre se acabó magic, y también bird, worthy, kareem, parish, mchale, los badboys, el doctor j, el 1-2-3 de los warriors, icemen gervin, los knicks, los cavs de aquel base blanco cuyo nombre no recuerdo, hakeem the dream e incluso el gordo barkley y muchos más. Una generación de jugadores, entrenadores y equipos legendarios que hicieron grande y fantástico este deporte.
Quizás sólo es cosa del recuerdo, porque siento lo mismo con el baloncesto de aquí. Y quizás dentro de unos años los niños de hoy dirán lo mismo sobre la generación actual. Pero lo dudo mucho. Y además no nos quitarán este romanticismo a los que vivimos aquello.
