jueves, noviembre 24, 2005

Historia del Abanico I


Subiendo por la escalera el otro día, lo pensaba. ¿Qué habrá sido este edificio hace 50, 60 años? La casa tendrá unos 60 años, quizá más. A lo mejor nuestro querido Judío nació en ella -cabe pensar que incluso en nuestro propio piso-, y quién sabe el papel que tuvo esta casa en los años de la posguerra, cuando el Eixample no estaba lleno de pijos y sí de familias de clase media que bajaban a los colmados con la cartilla de racionamiento. La casa del Judío y de la Rolliza -la que llegó de Extremadura-, pudo convertirse en un refugio de judíos y masones en tiempos de la dictadura, bajo el auspicio de una especie de Schindler español que iba salvando a otros judíos de la persecución. Una casa-hostal, una embajada ficticia de Israel en el corazón de Barcelona.

Más tarde, cuando el Judío hizo fortuna refugiando a otros compatriotas, compró uno de los locales de la planta baja, una antigua casquería. Casquería Adriano. Lo tuvo vacío durante mucho tiempo, almacenando polvo y esperando a que se revalorizase su valor. Corrían los años 70 y Seuma había oido que el negocio inmobiliario iba a dar pingües beneficios. Un día vino a verle una pareja. Ella era catalana, y él francés. Por lo visto ella, Mercedes, había conocido al francés, Tomás, en Ibiza, en aquellos veranos locos de psicotrópicos, Pink Floyd y florecillas en el pelo. Querían alquilar el local de Seuma para montar un "disco-pub moderno y conceptual" -decía el francés, que parecía muy enterado. PeroMercedes tenía otras intenciones muy distintas.

Durante sus temporadas en Ibiza, Mercedes experimentó con todo tipo de sustancias a través de su gurú estupefaciente, Tomás, el cual trabajaba de pinchadiscos en un conocido tugurio. Pero también conoció la cara menos alegre de la psicodelia. Amigos suyos se quedaron colgados por viajes demasiado intensos, mezclas letales y traumas por esquizofrenias paranoides. Esto sensibilizó a Mercedes y se propuso hacer algo por los demás. De modo que fundó una asociación para rehabilitar a jóvenes con problemas con las drogas, y abrió un local de copas. Pensó que por lo menos, "las drogas estarán lejos de los chicos mientras tengan un cubata en la mano en vez de un turulo" -palabras textuales.

continuará

1 Comments:

Blogger noestabien said...

historia del abanico I está basado en hechos reales. todo parecido con la realidad no es pura coincidencia. bravo por una recreación tan fiel a la realidad.

10:48 a. m.

 

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