síndrome del taxista

Ayer fue mi cumpleaños. Observo que a diferencia de muchos amigos, a mi esta fecha no me gusta. Sí me gusta que me feliciten y se acuerden de mi, claro, y compartir un ratillo de celebración y esas cosas.. pero el hecho en sí de cumplir años no me motiva para nada y mentiría si dijera que es indiferencia. Es que me jode cumplirlos y punto.

Pensando en ésto he llegado a la conclusión de que ayer estaba un poco malhumorado, y no me gusto cuando me pongo así. No me gusto nada. Digamos que no me gusta el mal humor y menos el mío.

Y ahí voy, por fin llego al quid de ese post: no me gustan las quejas. Vale que ese post puede ser interpretado como una absurda queja-contra-las-quejas, pero me refiero a otro tipo de queja más banal.

Quiero decir, ya es suficientemente jodido moverse con ese calor como para que alguien diga 20 veces al día: "joder, qué calor insoportable!". O trabajar, ya es malo estos días como para que alguien te insista todos los días: "qué mierda trabajar, eh?". O la ciudad, sí está vacía y de obras, pero no hace falta repetir: "joder es que no se puede estar en la ciudad en verano!". Y como esos comentarios mil más que pesan en mi ánimo como una pequeña losa que a cada comentario se hace más y más grande. Y así, con lo difícil que es y tanto comentario, así sí que no se puede vivir.

Y mil más que nos podemos ahorrar en pro de una menor contaminación acústica. Por favor, intentemos tomarlo con humor.
No ser taxista no es tan difícil.